Hablar del problema satura al ser humano, hay situaciones, momentos, circunstancias, donde la persona que pasa por cierta crisis, se suele centrar en el problema, haciendo que la misma genere sentimientos, emociones o estados afectivos de pena, tristeza, cólera, frustración entre otros, sin embargo, a pesar de ello, el individuo detrás de todo, hace algo que le ayuda a sobresalir, por ejemplo, alguien que ha sido violentado desde pequeño y cada vez que se acuerda de lo que ha vivido se pone triste y llora, sin embargo cuando se conversa con la persona y se le hace ver el problema desde otra perspectiva, desde el lado de la solución, donde desde pequeño desarrolla la actitud de tolerancia, la actitud de valentía para afrontar momentos difíciles, la actitud de hablar con alguien sobre lo que le paso, buscando ser escuchado, entonces al enfocarse en otras circunstancias que no sea el problema, hace que la persona genere esperanza, esperanza en ser mejor y rescatar aquellos recursos que la persona tiene, que realizo todo el tiempo pero que no vio con claridad.
Cuando se habla solamente del problema o la crisis, puede ser una invitación a la persona a sumergirse en estados de tristeza, cólera, frustración, en terapia es saber abrir y cerrar situaciones, pero no desde el problema sino desde las alternativas y oportunidades que cada quien tiene en si mismo (a) por ejemplo, cuando en este periodo de pandemia, en muchas familias se ha visto estados de tristeza, de pánico, de ansiedad, de duelos por perdidas de personas queridas, se ha visto un estado de crisis personal o familiar, donde la persona o personas se enfocan en el problema, asociado a reclamos, quejas, criticas, sospechas, angustias, viéndose que la persona se sumerge mas en estados críticos, y cuando se da un tono distinto a esta situación, hace que se vea diferente y hace que las cosas detrás del problema deje de ser un problema y se tome como un trampolín para ascender, para aprender detrás del conflicto, detrás de la crisis y emerger con recursos personales latentes, se ven las acciones que la persona hizo ante determinado problema, por ejemplo, cuando alguien que perdió un familiar por Covid, se enfoco en no salir de casa, en usar mascarilla mas rigurosamente, en llevar a un extremo el uso del alcohol para desinfectar, una actitud de rechazo, de miedo, de indiferencia, pero detrás de ello, hay un cuidado personal, una esperanza de vida, un amor propio viéndose vulnerable por lo que se cuida a si mismo, es sensible a situaciones similares en otras personas, cuando se ve la situación desde otro punto de vista que no sea el problema, comienza a connotar aprendizajes ocultos, actitudes no vistas antes, que le ayudan a comprender que hay cosas que se hace para surgir, para mantenerse, para mejorar, para afrontar momentos críticos.Todo ser humano cuenta con recursos innatos ante contextos de crisis, en la pandemia cada uno ha hecho o desarrollado actitudes, competencias, destrezas para adaptarse al nuevo contexto, la comunicación con la pareja, con la familia, los hábitos personales, la rutina diaria, el mismo hecho de saber respirar es un logro, una esperanza de ser mejores aquí y ahora.
Un individuo que fue atacado por un maleante, logro salir airoso protegiendo a su menor hijo, dándole calma, seguridad y protección, pasado el momento difícil, la esposa del hombre le dijo que lo hizo muy bien, guardando la compostura, el hombre no había visto ese lado de su actitud, solo se enfoco en pensar en el problema, en que hubiese pasado si, y la angustia y el temor lo invaden, sin embargo cuando se le brinda la otra cara de su actitud, se da cuenta que es valiente, que tiene esa capacidad de proteger y cuidar, entonces es importante no solo mirar la figura sino también el fondo, es importante en un todo donde se desarrolla la acción.
atte.
Ps. Miguel Ángel Roncal Ayala
CCAP ASCENDER.
